jueves, 14 de mayo de 2015

Más las mujeres dispuestas a tatuarse que los hombres

No es sorpresa que para conseguir ese sol taíno que querías, puede ser una experiencia dolorosa para cualquiera, pero para sorpresa de muchos la mayoría de esos “cualquiera” son mujeres.


Durante la convención de tatuajes “Tattoo Fest 2015”, dado en el hotel Embassy Suites de Isla Verde, varios artistas participaron del evento en donde expusieron sus mejores trabajos del género dérmico y a la vez algunos se pusieron a trabajar en pleno festival.



Dos artistas, participantes del evento, coincidieron en que las mujeres son el cliente más típico en sus estudios.

Como lo afirma Joel Hernández, dueño de "JLD tattoo studios" y artista por ocho años, la mayoría de su clientela se compone de mujeres debido a que “aguantan más y son menos macetas”. Al abundar a qué se refiere, explicó que las mujeres están más inclinadas a pagar el precio completo de un tatuaje comparado con un hombre que trataría de buscar un precio más barato.    


“Yo le digo a los míos (clientes) ‘los tatuajes son un lujo, si no tienes chavos no te lo hagas’”, dijo Hernández.
 

David Reyes, artista del negocio “Sacred Pain Tattoo” y activo en la rama artística por 11 años, compartió sobre su relación con su esposa a quien le hace todos sus tatuajes y actualmente, como ella misma demostró, tiene gran parte de su cuerpo cubierto en tatuajes.
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UNIVERSITARIAS RELATAN LAS EXPERIENCIAS DE SU PRIMER TATUAJE

Shannan Olianne Rivera, estudiante de Biología Molecular y Celular en la Universidad de Puerto Rico (UPR), con un tatuaje de una loto explicó que supo que tendría prejuicio en especial por su concentración en medicina, pero afirmó que “si a alguien no le gusta pues, no es mi problema”.


Una estudiante del Conservatorio de Música de Puerto Rico y con una concentración en bel canto, Lyannis Muñoz, expresó que los únicos detalles que la hicieron pensar dos veces fue su madre y el dolor. Sin embargo al preguntarle sobre el costo dijo que “ni pensé en eso hasta que me dijeron el precio al final”.


Otra estudiante de la UPR que cursa su último año en psicología, Anette Tavárez Sánchez, admitió que su primer tatuaje fue por curiosidad en un lugar oculto de su cuerpo, pero afirma que ahora se lo haría sin importarle el juicio externo. En cuanto al dinero exaltó que, “en verdad si tu quieres hacer algo, tu lo haces, no importa lo que cueste. Hay gente pobre sin chavos y tu los ves con tatuajes”.


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